Aun estas a tiempo de ayudar a tus hijos, y potencia su desarrollo, con actividades que desarrollen sus procesos madurativos y de Aprendizaje.
“Si hay poco contacto con los padres, habrá poco desarrollo cognitivo. Restringir este contacto es el efecto más nocivo de la televisión”.
“Soy partidaria de que una dosis buena y justa de televisión al día es correcta, siempre que la tele tenga algo docente y educativo que ofrecer”.
“Está demostrado que los niños pequeños aprenden muchas cosas a través de la tele cuando el formato es el indicado”.
“Mi vida como Autista puede ser tan satisfactoria como la tuya “normal”. En esas vidas, podemos llegar a encontrarnos y a compartir muchas experiencias”.
El Autismo es un síndrome que estadísticamente afecta a 4 de cada 1,000 niños, a las fecha las causas son desconocidas, aún y cuando desde hace muchos años se le reconoce como un Trastornos General del Desarrollo.
Salvo contadas excepciones, el autismo es congénito (se tiene de nacimiento) y se manifiesta en los niños regularmente entre los 18 meses y 3 años de edad. Los primeros síntomas suelen ser:
- El niño pierde el habla
- No mira a los ojos del adulto o de otros niños.
- Pareciese que no nos escucha.
- Tiene obsesión por algunos objetos.
- Muestra total desinterés en las relaciones sociales con los demás.
Existen múltiples estudios genéticos que relacionan los cromosomas 5 y 15 con el autismo, así como otros que buscan vincularlo con cuestiones bilógicas como vacunas e intoxicación de metales. A la fecha ninguno de estos estudios ha logrado sustentar su teoría y por lo mismo no se puede precisar el origen mismo del Trastorno.
Una definición sencilla pudiera ser:
“El Autismo es un Síndrome que afecta la comunicación y las relaciones sociales y afectivas del individuo”
Como su definición lo dice, el autismo es un síndrome, no es una enfermedad, y por lo tanto no existe cura. Se puede mejorar su calidad de vida y enseñarle muchas habilidades con la intención de hacerlos más independientes.
Aquí algunos Tips o Características para detectar en los niños rasgos de Autismo.
Se considera que una persona es Autista si tiene o ha tenido en alguna etapa de su vida, cuando menos siete de las siguientes características:
- Lenguaje nulo, o limitado
- Ecolalia, repite lo mismo o lo que oye.
- Parece que no escucha (Sordo), no se inmuta con los sonidos.
- Obsesión por los objetos, por ejemplo le gusta traer en la mano, un montón de lápices. u otros objetos sin razón alguna.
- No tiene interés por los juguetes, o nos lo utiliza adecuadamente.
- Apila los objetos, o tiende a ponerlos en línea.
- No ve a los ojos, evita cualquier contacto visual.
- No juega ni socializa con los demás niños.
- No responde a su nombre.
- Muestra total desinterés por su entorno, no está pendiente.
- No obedece ni sigue instrucciones.
- Pide las cosas tomando la mano de alguien y dirigiéndola a los que desea.
- Evita el contacto físico. No le gusta que lo toquen o lo carguen.
- Aleteo de manos, (como si intentara a volar) en forma rítmica y constante.
- Gira o se mece sobre sí mismo.
- Se queda quieto observando un punto como si estuviera hipnotizado.
- Camina de puntitas (como de ballet).
- No soporta ciertos sonidos o luces.
- Hiperactivo (muy inquieto) o extremo pasivo (demasiado quieto).
- Agresividad y/o auto agresividad (se golpea así mismo)
- Obsesión por el orden y la rutina, no soporta los cambios.
- Se enoja mucho y hace rabietas sin razón aparente, o porque no obtuvo algo.
- Se ríe sin razón aparente, como si viera fantasmas.
- Comportamiento repetitivo, es decir, tiende a repetir un patrón una y otra vez en forma constante.
Esta lista servirá como referencia, pero será necesario el diagnóstico del neurólogo así como una valoración psicológica y psicopedagógica.
Tratamiento
Han sido diseñados varios tratamientos para la intervención del Autismo, algunos con más éxitos que otros, pero lo que sí está claro, es que mientras más tempranamente se trabaje se obtendrán mejores resultados.
Se establece un programa La estimulación sensorial múltiple con una secuencia de actividades científicamente organizadas que puedan ser realizadas con los recursos existentes en el hogar y así estimular el desarrollo de forma integral. Deberán ser supervisados por su terapeuta e ir cambiándoles de acuerdo a los avances o estancamientos.
La televisión
Desde hace unos 20 años hasta la fecha se ha dado un incremento considerable del autismo en la población infantil, casualmente desde que ha aumentado también el consumo de televisión por parte de los niños. Aunque hasta ahora se sospechaba, todavía no se había encontrado una relación entre ambas, pero un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cornell es el primero en establecer una conexión entre la TELEVISION y el AUSTISMO.
No quiere decir que la causa del autismo sean las horas que lo niños pasan frente al televisor. Pero sí es una advertencia para los padres que permiten horas continuadas de sesiones hipnóticas de dibujos animados, especialmente en niños menores de tres años cuyo cerebro está en pleno desarrollo.
De hecho, el estudio ha comprobado que hay más casos de autismo en las poblaciones donde hay acceso a más canales de televisión.
La televisión prendida como telón de fondo de la vida cotidiana familiar interrumpe la atención, el juego de los más pequeños y restringe el contacto con sus padres, durante una etapa en la que es fundamental , son dos de los principales factores del desarrollo cognitivo infantil.
Los chicos no siempre se interesan por los programas de los adultos pero, aun así, un estudio demostró que el ruido de la televisión puede perjudicar su desarrollo.
Se ha demostrado que con el ruido de la televisión como “telón de fondo” los niños se distraen y se ha observado que juegan durante períodos más cortos de tiempo en comparación con la extensión de sus juegos cuando el televisor permanece apagado.
Durante los primeros años de vida el niño tiene la mayor capacidad para:
Absorber el amor y dedicación de sus padres, por eso es aconsejable, acompañarlos en las primeras experiencias. En este sentido, es mejor aprovechar las horas en que los niños comparten tiempo y espacio con sus padres, leyendo en familia, narrando cuentos, bailando, o practicando algún juego o deporte.
Dra. Patricia Esqueda De Anda